A través de su empresa Constraula, el grupo Sorigué ha comenzado en enero de este año la construcción industrializada del edificio en madera contralaminada (CLT) de 42 viviendas en la calle Pallars, en el distrito de Sant Martí, para el Ayuntamiento de Barcelona.  

 

Esta promoción, realizada junto a los equipos de arquitectura Oikosvia Arquitectura y Fabregat & Fabregat, estará compuesta por 1.103 piezas de madera hechas previamente en fábrica, con material proveniente de explotaciones forestales sostenibles 

 

El proyecto es una de las dos promociones que el Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación (IMHAB) adjudicó a empresas de Sorigué en agosto de 2021, con el objetivo de ampliar el parque de vivienda pública de alquiler social y asequible de la ciudad. 

 

 

Este jueves 9 de febrero, la regidora de Vivienda y Rehabilitación del Ayuntamiento de Barcelona, Lucia Martín, ha visitado las obras para explicar las ventajas de este sistema constructivo y la apuesta del ayuntamiento por métodos constructivos innovadores y sostenibles. 

 

Además, han asistido representantes del grupo Sorigué, entre ellos, Francisco Ullod, director general de Ciudad y Lena, jefa de Obra en Constraula, así como los arquitectos de la promoción. 

 

 

Gracias al sistema de construcción industrializada, el grupo empresarial reduce el impacto ambiental en la ejecución de este proyecto. En este sentido, el uso de madera contralaminada (CLT), proveniente de explotaciones sostenibles, contribuye a disminuir casi por completo el consumo de agua y la generación de residuos. 

 

Además, la preparación previa en fábrica de los elementos constructivos permite agilizar plazos y acortar el tiempo de ejecución a la mitad. 

 

 

Otro elemento destacable es que la licitación incluye la redacción del proyecto técnico y la construcción de las promociones. De esta forma, se ha fomentado el trabajo continuo y colaborativo entre los estudios de arquitecturas y la constructora desde el primer momento.  
 

Características del edificio 
 

El edificio, distribuido en ocho plantas, se ubicará en una parcela de 706 m2 y tendrá una superficie construida total de 3.432 m2. Las viviendas serán de dos habitaciones y un porcentaje estará destinada a personas de movilidad reducida. 

 

El proyecto plantea un edificio de una estructura casi cuadrada con un espacio central que ayude a mejorar el comportamiento energético del edificio a través del refuerzo de la luminosidad de las viviendas que dan al interior y el fomento de la ventilación cruzada de todo el edificio.  

 

Las viviendas contarán con balcones de verano con protecciones solares y galerías de invierno a modo de cojín climático. El edificio contará con certificado energético A y un sistema activo de energía renovable, a través de placas solares. La planta baja será de un espacio libre de edificación que se cede como espacio público y da acceso directo al interior de la isla.  

  

En cuanto a la estructura, el edificio se construirá a partir de paneles de madera CLT tanto en los elementos horizontales como verticales: paredes de carga y pilares, entre otros. En la planta baja se utilizarán pórticos y pilares de hormigón que apoyarán a la madera.   

 

Para levantar el edificio, se utilizarán un total de 1.103 piezas, entre forjados, muros, dentellones, vigas y peldaños, hechos a partir de madera de abeto rojo de bosques explotados de forma sostenible, con certificado PEFC, el sistema de certificado forestal más implantado en todo el mundo.