Desde que la ONU aprobara en 2015 la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible, Sorigué se ha sumado a la iniciativa mediante el impulso de diferentes medidas. Particularmente, el grupo apuesta por adoptar estrategias de producción y materiales de bajo impacto ambiental en sus actividades. 

 

En este contexto, su línea de negocio de áridos cuenta en la provincia de Tarragona con un centro valorizador de residuos de la construcción certificado por la Agencia de Residuos de Catalunya y una planta especializada en áridos para la industria ferroviaria, que están transformando las antiguas traviesas del hormigón del Corredor Mediterráneo en árido reciclado.

 

Actualmente, en el centro valorizador se gestionan las antiguas traviesas de hormigón que deben ser sustituidas por nuevas para ajustar el ancho de vía a los estándares internacionales y conseguir que la totalidad de los trenes puedan circular por el corredor.

 

 

Transversales al eje de la vía, las traviesas deben cumplir con una distancia reglamentaria y su función consiste en mantener unidos los dos carriles que conforman las vías, a la vez que transmiten el peso y los esfuerzos laterales y longitudinales generados por la circulación de trenes. Se trata de piezas muy resistentes prefabricadas en hormigón pretensado. 

El proceso para su demolición consta de dos fases. En la primera se utiliza una giratoria a la que se le ha adaptado una pinza de mandíbulas para separar el acero del hormigón. 

 

Y posteriormente, se procesa el hormigón mediante un molino y una criba final para conseguir áridos con unas granulometrías y unas características muy concretas.  

 

Este árido reciclado con el marcado CE y el sello DAP (Declaración Ambiental de Producto) se comercializa de nuevo para su utilización en bases y subbases, contribuyendo a potenciar uno de los principios básicos de la economía circular, la reutilización. Una nueva vida para la traviesa de hormigón que, de otro modo se convertiría en un residuo. 

 

Además de este centro valorizador en Tarragona, Sorigué cuenta con otros tres situados en: el complejo industrial de La Plana de El Corb en Balaguer, Lleida; en el centro de producción de prefabricados de hormigón en Sant Andreu de la Barca, Barcelona; y en Zuera, Aragón.