Sorigué busca potabilizar el agua de mar con un sistema de desalinización más eficiente

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Sorigué busca potabilizar el agua de mar con un sistema de desalinización más eficiente

9 Diciembre 2021

El proyecto Low-E valida tecnologías innovadoras para crear un sistema de desalinización que mejore la disponibilidad de agua potable. Para este proyecto, Sorigué colabora con las empresas Tecnalia y Tinnit GmbH y la Universidad de Colonia.

Low-E es un proyecto de investigación impulsado por Sorigué que tiene por objetivo obtener agua apta para el consumo mediante un sistema desalinizador de alta eficiencia energética. 
 
Las plantas desalinizadoras trabajan en la separación de sales para poder generar agua de mar apta para el consumo humano, pero, según un estudio reciente de la Universidad de Naciones Unidas, estas plantas generan un 50% más de salmuera de lo que se creía hasta el momento. Se estima que para para producir un litro de agua potable, es necesario generar 1,5 litros de salmuera. Reducir este volumen de efluente y hacer frente a la escasez de agua mediante una tecnología sostenible, eficiente y económicamente viable es el gran desafío de Low-E. 
 
Materiales innovadores y tecnologías de bajo impacto 
 
La tecnología investigada por Sorigué, la desionización capacitiva (CDI), requiere de un tercio de la energía necesaria en los sistemas convencionales y permite obtener un 30% más de agua apta para el consumo. El proceso se completa con el uso de un cristalizador, un sistema que tiene por objetivo minimizar la cantidad de residuos generados, alcanzando así lo que en economía circular se conoce como “vertido cero”.  
 
La incorporación del cristalizador permite recuperar la sal sólida del efluente restante. De este modo, el residuo generado deja de ser líquido y da como resultado sales útiles para la industria. El agua procedente de este proceso se puede mezclar y convertir en su totalidad en agua apta para el consumo.  
 

La solución estudiada se probará en una primera fase en laboratorio y, posteriormente, se llevará a una planta piloto que permitirá verificar su funcionamiento con agua real en la desalinizadora de El Prat de Llobregat, Barcelona,
con el apoyo de Aigua Ter-Llobregat. La tecnología validada en el proyecto Low-E se ha desarrollado para la desalinización de agua de mar, pero podría aplicarse también en salmueras provenientes de la industria o en desalinizadoras de interior para evitar vertidos de salmuera en balsas o vertederos no preparados para recibir tal residuo.  
 
El proyecto se desarrolla juntamente con el centro tecnológico Tecnalia, la empresa Tinnit GmbH y la Universidad de Colonia. Está financiado por la Agencia para la Competitividad de las Empresas de la Generalitat de Catalunya, ACCIÓ, dentro de la convocatoria internacional “Núcleos de investigación industrial y desarrollo experimental de componente internacional Cataluña-Alemania” y cuenta con un presupuesto de 360.978,40€ y una ayuda de 144.800,23€. 
 
El reto de la escasez de agua 
Pese a ocupar la mayor parte del planeta, solo un 1% del agua está disponible para consumo humano ya que el 97% se encuentra en los océanos y el 3% restante proviene de ríos y fuentes de agua dulce, muchos de ellos inaccesibles como glaciares o montañas nevadas. Demandada principalmente por la agricultura, la industria y los hogares, el agua es un bien cada vez más escaso. Según estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más de 10 millones de personas mueren al año debido a enfermedades provocadas por la escasez severa de agua limpia y los cálculos apuntan a que en 2025 habrá 1.800 millones de personas sin acceso a agua potable.