Después de 36 meses de operaciones, el proyecto Watertur ha demostrado que es posible mejorar la gestión del ciclo del agua y reducir su consumo en instalaciones hoteleras. Un trabajo desarrollado por diferentes entidades cuyos positivos resultados dan un nuevo impulso al sector hotelero catalán tras la pandemia, ya que no solo se puede posicionar como referente en prácticas sostenibles, sino que mejora su competitividad ante la previsible implementación de normativas más estrictas en materia ambiental.  

 

Watertur, que contó con un presupuesto total de 1.536.798€, forma parte de la comunidad RIS3CAT aigua, impulsada y coordinada por el Catalan Water Partnership o Clúster Catalán del Agua. Estas comunidades reciben financiación de la Agencia catalana para la Competitividad de la Empresa ACCIÓ y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), y su objetivo es aunar esfuerzos entre empresas, universidades y centros de investigación para integrar la innovación a sectores clave de la economía catalana.  

 

El lugar elegido para la puesta en marcha de este proyecto ha sido Vilar Rural de Sant Hilari Sacalm donde se validaron y operaron total o parcialmente las tres propuestas planteadas por Watertur. 

 

 

La primera de estas tecnologías ha sido un biorreactor anaerobio de membrana operado juntamente con un muro vertical que lleva acoplado un sistema bioelectroquímico. Una innovadora solución desarrollada por Sorigué, en cooperación con la empresa Aeris Tecnologías Ambientales y el centro tecnológico LEITAT. El biorreactor no solo ha garantizado una eficiencia del 83% en la reducción de materia orgánica en aguas residuales, sino que ha eliminado el 100% de patógenos al efluente gracias a su sistema de membranas. 

El muro vertical, por su parte, ha tenido una eficiencia del 65% en la eliminación de materia orgánica y presenta unos costes operativos un 75% más bajos respecto a los sistemas tradicionales. Adicionalmente, el sistema bioelectroquímico genera electricidad para garantizar su autonomía operativa fuera de la red. De este modo se abre la puerta a la reutilización del agua regenerada para usos propios de un hotel como el riego o la limpieza. 

 

La empresa Fluidra fue la responsable del segundo componente del proyecto, una tecnología diseñada para controlar los consumos de agua y de reactivos en las piscinas. Este sistema inteligente permite monitorizar el ciclo del agua las 24 horas del día durante todo el año, automatizando entre el 20% y el 50% de los parámetros químicos de las instalaciones hoteleras con una reducción del 10% en el tiempo de obtención de datos. Además, ofrece una cobertura del 90% en las piscinas del sector turístico y se adaptará, también en un 90%, a los marcos reguladores de las piscinas de uso comercial y público.   

 

Por último, la compañía Anthesis Lavola ha sido la encargada de desarrollar una herramienta de evaluación del impacto ambiental específicamente diseñada para hoteles. Mediante una plataforma online de fácil uso e interpretación se han podido medir consecutivamente dos indicadores universales de sostenibilidad: la huella hídrica y de carbono. Un método eficaz para valorar cuantitativamente el impacto de las actividades hoteleras a lo largo del tiempo y calcular las mejoras en materia ambiental. 

 

Gracias a la versatilidad y el carácter modular de las tres tecnologías probadas por el proyecto en Vilar Rural de Sant Hilari Sacalm es factible implementarlas de forma total o parcial en otros hoteles según sus necesidades particulares, así como su desarrollo para otras instalaciones como piscinas públicas o campings.