Grandes protagonistas de la ciudad de Madrid durante la Guerra Civil y la República, los colegios San Isidoro y José Calvo Sotelo del distrito Retiro, están preparados para enfrentar nuevos retos gracias la remodelación ejecutada por Sorigué.
 
Los trabajos realizados en estos dos colegios públicos forman parte del Acuerdo Marco de Obras de Reforma, Reparación y Conservación de centros educativos en el distrito Retiro de Madrid, a través del cual Sorigué ha intervenido un total de trece centros educativos entre colegios infantiles y de primaria, escuelas infantiles y de música.
 
CEIP San Isidoro
 
Los orígenes del colegio San Isidoro se remontan al año 1903 cuando el rey Alfonso XIII inaugura éste y otros tres colegios públicos en Madrid, construidos por iniciativa de su madre, la reina María Cristina. En algún momento de su historia la institución se denominó ‘Escuela del Congreso’ y por su proximidad a la Real Fábrica de Tapices, era el centro educativo en el que se formaban los hijos e hijas del personal de esta fábrica. En el año 2000, la estructura tuvo que ser remodelada por completo y gracias a los trabajos se pudo descubrir un entramado de galerías que servía como refugio para que el vecindario pudiera protegerse de los bombardeos durante la Guerra Civil.
 
En 2008, los túneles quedan completamente vacíos, limpios y accesibles pero las humedades han sido una constante. De ahí que la reforma emprendida por Sorigué se haya centrado, sobre todo, en instalar una red de ventilación con dos extractores y sus correspondientes conductos de entrada y salida. También se han sustituido ventanas y puertas, incluidas las antipánico, se ha renovado la pintura de la fachada interior y del patio y se ha cambiado la red de suministro de agua sanitaria.

CEIP José Calvo Sotelo
 
En 1933, la II República inauguró 18 colegios que buscaban acabar con el analfabetismo en la ciudad de Madrid. Uno de ellos recibió el nombre de ‘Catorce de abril’ y, por sus dimensiones, fue considerado el buque insignia de aquel gran proyecto educativo. En su momento, el edificio fue muy innovador porque contaba con grandes ventanales en las aulas, galerías multifuncionales y espacios específicos para la biblioteca, el gimnasio, el laboratorio y los talleres.  Con la llegada de la democracia el colegio pasó a llamarse José Calvo Sotelo y después de las remodelaciones del último año, la Junta Municipal del Distrito de Retiro ha decidido reivindicar sus orígenes con una placa en la que se lee: “Institución Libre de Enseñanza para acabar con el analfabetismo y la falta de cultura en el Distrito”.
 
Entre las actuaciones realizadas por Sorigué se destacan la restauración de las fachadas, las cubiertas inclinadas con canecillos que soportan la cornisa y cubiertas planas, la reparación del pavimento del patio y el rediseño de espacios exteriores con la instalación de velas para crear sombras. Además, se han mejorado los sistemas de calefacción con nuevas calderas de gas y salidas de humo.
 
Compromiso con Madrid
 
Sorigué ha dejado varias huellas importantes en el distrito Retiro como la remodelación del entorno del monumento 11-M, el acondicionamiento del Centro Cultural Casa de Vacas en el Parque del Retiro, de gran valor patrimonial y la supresión de barreras arquitectónicas en varias calles.
 
En los últimos años el grupo empresarial ha consolidado su presencia en la ciudad de Madrid mediante adjudicaciones públicas para el cuidado de infraestructuras urbanas, edificios, vías y todo tipo de equipamientos. En la actualidad, Sorigué es una de las compañías del sector de los servicios urbanos con más adjudicaciones públicas.