La obra  de reparación del muro de escollera  y la estabilización del talud de un tramo de la C-16 en el municipio de Terrasa, Barcelona, que lleva a cabo Sorigué, se ha transformado en una oportunidad para la aplicación en prueba piloto de digest (bioestabilizado) obtenido a partir de residuos orgánicos procedentes de la Plantas de Tratamiento Mecánico Biológico de la fracción rechazo (PTMB) para la estabilización de taludes.
 
El proyecto se realiza en colaboración con el Grupo de Protección y Restauración de suelos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), centro público de investigación dependiente de la Universidad Autónoma de Barcelona.

El principal objetivo de esta prueba piloto es estudiar las potencialidades de valorización de los residuos generados en las PTMB y su aplicación contempla, entre otras tareas, la caracterización detallada del suelo para detectar posibles limitaciones; la selección de la enmienda orgánica para la creación de un tecnosuelo en base a la información derivada de los estudios previos; y la selección de las especies de siembra y plantación, que contribuyan a la estabilización de taludes.

La obra realizada por Sorigué, incluye, además de la restitución del suelo con esta enmienda orgánica, la protección del talud con mallas, la formación de una cuneta con drenes californianos al pie del talud, y la formación de una nueva escollera y cuneta, en sustitución de las deterioradas, entre otras actuaciones.