El emblemático panot de la ciudad de Barcelona afrontará los retos del siglo XXI con materiales mucho más sostenibles que impliquen menos tareas de mantenimiento y contribuyan a reducir la temperatura del suelo. La icónica flor de cuatro pétalos conservará su esencia, pero se fabricará bajo nuevos criterios medioambientales sin comprometer la funcionalidad que demanda el uso peatonal intensivo. 

 

Después de un concurso abierto en abril de 2022, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido otorgar un total de 240.000 euros a tres propuestas que reúnen las condiciones técnicas exigidas: Panot del s. XXI, PANOT+ y R3PANOT. 

 

 

Bajo el nombre PANOT+, Sorigué propone una mezcla de cemento mejorado con un 25% de áridos reciclados provenientes de demoliciones de la provincia de Barcelona. Además se añade óxido de titanio en la capa superior para aprovechar sus propiedades antiadherentes y autolimpiables así como su capacidad de purificar el aire. 

 

Se trata de una baldosa menos voluminosa porque se reduce la altura de 4 a 3 cm en las aceras y de 8 a 6 en las calzadas, sin perder resistencia ni capacidad portante. Así, al emplear energías limpias, material reciclado y menos mezcla por cada metro cuadrado de pavimento, PANOT+ reduce hasta en un 43% el impacto de emisiones de CO2 en el espacio público. Una fabricación mucho mas sostenible gracias a la utilización de agua de lluvia y a la incorporación de técnicas de autoconsumo eléctrico.

 

Un desarrollo propio, fruto de la coordinación entre las empresas del grupo Constraula, experta en servicios urbanos, e ICA, especializada en prefabricados de hormigón. Esta sinergia, que confirma una vez más el valor de la transversalidad en el saber hacer de la compañía, contó también con el apoyo de los departamentos corporativos de Comunicación e Innovación.

 

Además de Sorigué, han resultado ganadores del concurso el proyecto Panot del s. XXI y R3PANOT. El primero, presentado por Breinco con el apoyo de Esitec, Smart Engineering innova con un sistema de instalación sin mortero que facilita el acople de las piezas. De este modo se reutiliza el 100% de los adoquines alargando su durabilidad. Adicionalmente, el material aportaría una mayor permeabilidad al agua. 

 

Por su parte, R3PANOT utiliza cemento proveniente de desechos siderúrgicos para reducir las emisiones de CO2 entre un 60% y un 65%. Se trata de una propuesta de Escofet, con el apoyo de Promsa y Eurecat, que impacta con adoquines mucho más gruesos para asegurar máxima durabilidad y reutilización.

 

 

Cada uno de estos proyectos recibe 80.000 euros por parte del Ayuntamiento para la fabricación de los prototipos requeridos en el recubrimiento de mil metros cuadrados en la nueva superilla del distrito del Eixample. 

 

A mediados de julio de 2022 comenzarán las obras de instalación de las baldosas en concurso y una vez transcurrido un año de la prueba piloto, se decidirá el diseño ganador. Los nuevos panots tendrán una tonalidad un poco más clara que los actuales para que su reflectancia contribuya a reducir la temperatura del suelo. Y tal como ocurrió a principios del siglo XX cuando la flor de cuatro pétalos se alzó como ganadora de un concurso público, el modelo que resulte triunfador en esta convocatoria pasará a ser de licencia abierta como patrimonio de la ciudad.