La planta de valorización de Sorigué en Botarell, Tarragona, sirve de emplazamiento de pruebas para desarrollar un modelo de inteligencia de datos que aporte valor a los materiales reciclados, en el marco la investigación europea Reconstruct.

 

Este proyecto de innovación financiado por la Unión Europea, del cual Sorigué es uno de los socios, tiene como objetivo aprovechar los residuos de obra para crear componentes bajos en emisiones de carbono que puedan reutilizarse en nuevas obras. El Instituto de Tecnología de la Construcción (ITeC) es la entidad que lidera el consorcio compuesto por 16 instituciones de cinco países implicadas en el proyecto.

 

 

Actualmente, Reconstruct está dando sus primeros pasos hacia el desarrollo de modelos de abastecimiento basados en inteligencia artificial para la recogida y caracterización de residuos de la construcción. Por ello, está probando la recopilación, diseño y validación de estos modelos de IA en la planta de Sorigué y en unas instalaciones en Barcelona de la empresa Comsa.

 

En esta planta, Sorigué gestiona diversos tipos de residuos de la construcción, desde hormigón y ladrillos hasta mezclas bituminosas y minerales. Cada residuo se clasifica, se limpia y se procesa para obtener el máximo valor mediante procesos industriales y tecnología puntera. El resultado es una línea de áridos reciclados sostenible y rentable que ofrece una gran variedad de aplicaciones.

 

Las características del emplazamiento resultan idóneas para las necesidades del proyecto Reconstruct, ya que permite el entrenamiento de la inteligencia artificial para el registro automático de flujos de material. 

De esta forma, se pueden controlar los materiales que entran y salen de la planta, además de identificar características relevantes como su origen, calidad, granulometría, etc. Mediante la obtención de estos datos, se consigue más información sobre los materiales reciclados y se garantiza su trazabilidad, generando más confianza con el cliente potencial.

 

 

Durante la campaña experimental dirigida por la UNIVPM (Università Politecnica delle Marche, Italia), se realizaron visitas en el mes de mayo, tanto a la planta de Sorigué como al espacio de Comsa.

 

Durante estas jornadas, se recorrieron las instalaciones y se realizaron pruebas in situ. En ella, participaron otros socios del proyecto, como ITeC, Brunel University of London, Iris Technology Solutions, Symbiosis Industrial e ICCS.

 

"Las pruebas experimentales fueron fundamentales para diseñar adecuadamente futuras instalaciones de sensores a largo plazo en zonas de interés para las operaciones de gestión y clasificación de residuos de construcción y demolición, así como para diseñar modelos de inteligencia artificial para la cuantificación y caracterización de RCDs", afirma Gloria Cosoli, postdoctora en Ingeniería Industrial y Ciencias Matemáticas por la UNIVPM.

 

Esta nueva fase de Reconstruct es esencial para garantizar la mejor reutilización de materiales que de otra forma serían desechados, así como para identificar y localizar dónde se pueden adquirir estos recursos, de modo que se puedan encontrar mejores vías para la circularidad en la industria.